¿Qué elegirías: el amor o la libertad?
Aquella noche en que se conocieron, cuando el periodista del régimen, que hacía trabajos de inteligencia para el Gobierno de su país, y la psicóloga de la tierra del istmo con ánimo impetuoso se cruzaron, marcó un antes y un después en la vida de ambos.
Después de tres años de relación convulsa, el vivir impulsivo de ella la llevó a dejarlo todo por el que sería, sin duda, el amor de su vida.
Dejó su tierra y su familia y tomó rumbo a ese país cercano en espacio, pero distante en su forma.
Tras una corta estancia en la isla, la repentina desaparición de él comenzó a calar en ella una sensación de vivir en un mundo paralelo, lejos de toda norma común de la sociedad actual, la cual perduraría por años.
Y, aunque las mismas circunstancias que la habían arrastrado hasta la isla del habano y el sol le hicieron regresar, un trozo de su alma quedó allí para siempre. Porque, cuando el amor y la libertad están en sentidos opuestos y circulan por vías sin convergencia, alguno de los dos debe ser sacrificado o vivir siempre así… a su sombra.
Patricia Hernández Sánchez nació en Madrid en 1975, en la España renaciente tras la muerte de la dictadura. A muy temprana edad, se trasladó con su familia a Costa Rica, en Centro América, una tierra desconocida para ese momento, pero que se convertiría en su segunda patria. Ahí cursó sus primeros estudios, graduándose como abogada, notaria pública y criminóloga. Tras algunos escarceos como asistente de abogado, inició labores en una entidad pública por la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, lugar donde desarrolló su carrera, llegando a desempeñar puestos gerenciales que la llevaron a recorrer diversos países en representación de la nación costarricense.
Por su labor, fue seleccionada y becada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos para el desarrollo de un breve programa de liderazgo en el sistema de justicia juvenil. Trabajó, además, varios años como docente universitaria y miembro del Tribunal de Pruebas de Grado en la carrera de Derecho, propiamente en la materia de Familia. Su acercamiento con las letras surgió desde pequeña, cuando su principal entretenimiento eran los libros, lo que la llevó a la edad de 7 años a participar y ganar el primer premio del concurso de literatura infantil en el Colegio Público Miguel Hernández, compitiendo con niños de 14 años. Las leyes y las letras la definieron y, aunque ha escrito diversos artículos y manuales propios de su profesión, hoy se muestra como una escritora novel reflejando esta historia en la que se presenta con su primer libro.
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